Celebramos a San José Benito Cottolengo

Como cada 30 de abril la Iglesia Católica recuerda a este Santo, que también es uno de los inspiradores de Don Orione.

Nació en Bra, localidad ubicada al norte de Italia, en 1786. Fue el mayor de 12 hermanos. Estudió en Turín, donde obtuvo el diploma de doctorado en Teología y ciudad en la que también ejerció su apostolado. Se destacaba en él su gran devoción a Santo Tomás.

Su ejercicio sacerdotal estuvo marcado por las injusticias sociales de la época, lo cual le motivó a desarrollar una encomiable labor hacia el desamparado y necesitado. Fue así como fundó “La pequeña Casa de la Divina Providencia” en Valdocco, cuando una epidemia de cólera azotaba tierras turinesas.

 Con una vida dedicada al trabajo, el Padre José Benito Cottolengo partió a la Casa del Padre, el 30 de abril de 1842, en las cercanías de Turín. El Papa Pío XI lo proclamó santo en 1934.

Nuestro Padre Fundador siempre mostró profunda admiración por toda su obra, poniendo su trabajo para las personas con discapacidad bajo el patrocinio de este Santo al llamarlas “Casas de la Caridad de San José Benito Cottolengo”. Ignoraba que, con el tiempo, esta denominación se transformaría en un nombre propio. Además, no sólo invocaba la protección del Santo, sino que lo tomó como ejemplo en su praxis cotidiana, era frecuente que pidiera a sus primeros religiosos que en el ejercicio de la caridad hicieran todo “como hacía el Beato Cottolengo”.

El origen de su gran devoción lo encontramos en una carta dirigida a un excelentísimo obispo, escrita desde Buenos Aires, en 1935:

“Ya desde cuando hacia el secundario en Turín, cada vez que pasaba delante de la pequeña casa de la Divina Providencia, fundada por San José Benito Cottolengo, experimentaba una especial atracción hacia aquella obra de fe y de caridad, y el vivo deseo de hacer algo, con la ayuda divina, para nuestros hermanos más pobres y más abandonados”

Pedimos a este gran Santo la gracia de poder entregarnos como él, en lo cotidiano, a los más abandonados, a quienes aún viven en las periferias de nuestra sociedad.