Fue por nuestro trabajo hacia las personas con discapacidad. La hermana M. Mirta también obtuvo una distinción por su labor solidario.
El Honorable Consejo Deliberante de Bahía Blanca nos premió con un reconocimiento por nuestro servicio realizado desde hace 25 años en el «Hogar Peregrino San Francisco de Asís» , cuando solicitadas por el obispado de dicha ciudad, llegamos para continuar una obra que ya tenía su cauce de solidaridad y dedicación a quienes más lo necesitan.
Gracias a la calidez de los bahienses, pudimos sentirnos en casa y experimentarnos “mujeres madres” de los que atraviesan situaciones de desprotección y disfrutamos la amistad y colaboración de tantas personas e instituciones que se acercan y ofrecen su disponibilidad, en distintos modos, para dar respuestas a las múltiples necesidades del Hogar Peregrino.
Por otro lado, la hermana M. Mirta obtuvo el Premio «Natty Petrosino», quien fue la persona que puso las bases del Hogar Peregrino en donde actualmente estamos trabajando, continuando así con su legado.
«Mi labor caritativa no ha sido solo una opción, sino una convicción profunda de que todos merecemos una oportunidad para crecer, para ser felices y para sentirnos parte de una comunidad que se preocupa por el bienestar de todos», expresó la hermana M. Mirta en su discurso.
Además, la hermana destacó que la labor caritativa es un esfuerzo colectivo que se nutre con la colaboración y el apoyo de todos para crear un impacto real en las comunidades.
Queremos agradecer al Honorable Consejo Deliberante de Bahía Blanca por este reconocimiento; a nuestros residentes que nos ponen en movimiento; a los pobladores de Bahía Blanca que desde el primer día no nos dejaron solas y a las personas que nos estimulan, nos acompañan en nuestros sueños y se hacen portadores de nuestro mensaje en sus espacios de trabajo y relaciones.
Como decía nuestro querido fundador, San Luis Orione: «no nos cansemos de hacer el bien».