El Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia Católica. Su papado, iniciado en 2013, estuvo profundamente arraigado en valores de humildad, misericordia y cercanía con los más vulnerables, del mismo modo que la obra de Don Orione.
Un enfoque en los pobres
Desde el inicio de su pontificado, Francisco expresó su deseo de una Iglesia cercana a los más necesitados. Su frase emblemática, “Cómo me gustaría una Iglesia pobre para los pobres”, sintetizó su compromiso con los marginados.
Este enfoque se tradujo en acciones concretas, como la creación de la Jornada Mundial de los Pobres y su constante llamado a la solidaridad con los excluidos.
La ecología como responsabilidad moral
Con la encíclica Laudato Si’ (2015), Francisco destacó la urgencia de cuidar nuestra “casa común”. Este documento no solo abordó la crisis ambiental, sino que también vinculó la degradación del planeta con la injusticia social, recordándonos que los más pobres son los más afectados por el cambio climático.
Su mensaje resonó más allá de la Iglesia, inspirando a líderes y movimientos globales.
Inclusión y diálogo
El Papa Francisco promovió una Iglesia abierta e inclusiva, enfatizando la importancia del diálogo interreligioso y la acogida de todas las personas, independientemente de su condición.
“Construyan puentes, no muros”
Con esta frase simbolizó su visión de unidad y reconciliación en un mundo dividido.
Un mensaje de misericordia
La misericordia fue el eje central de su papado. Francisco proclamó el Año Jubilar de la Misericordia en 2016, invitando a los fieles a vivir el perdón y el amor incondicional de Dios.
Este llamado a la compasión y al servicio resonó profundamente con el espíritu de Don Orione, quien dedicó su vida a los más vulnerables.
Papa Francisco y Don Orione: ejemplo vivo de amor y servicio
El legado del Papa Francisco encuentra un eco poderoso en los valores de Don Orione. Ambos líderes compartieron una fe inquebrantable en la Providencia, un amor profundo por los pobres y una vocación de servicio.
Don Orione, conocido como el “apóstol de la caridad”, y Francisco, con su mensaje de cercanía y humildad, nos recuerdan que la verdadera grandeza radica en servir a los demás.
El Papa Francisco nos deja un legado de esperanza, unidad y acción. Su vida y enseñanzas nos invitan a construir un mundo más justo y solidario, siguiendo el ejemplo de Cristo y de San Luis Orione.
¡Ave María y ¡adelante!