
¡Queridas hermanas!
En estos días estuve en Tortona y pude rezar junto al cuerpo de nuestro querido Don Orione, pidiendo el don de la indulgencia según la gracia que la Iglesia ha querido dar a toda la familia carismática en este año en que celebramos el 150 aniversario del nacimiento de nuestro Fundador.
Ciertamente pude recordar, cerca de María y San Luis Orione, a cada uno de vosotros, vuestras necesidades, vuestras intenciones y también las de vuestros familiares, amigos y benefactores.
Durante estos días he elaborado una propuesta que ahora comparto con todos ustedes, después de haber consultado a todas las Superioras provinciales y regionales y haber recibido su sí, alegre y rápido…
Quisiera invitar a todas las PHMC a vivir un fuerte momento de comunión espiritual y familiar, aprovechando el don de la indulgencia plenaria que podemos obtener en estos meses, y ya que esta gracia puede llegar también a las almas de nuestros queridos hermanos difuntos y hermanas, únanse para pedir la Indulgencia por todas las PHMC que ya pasaron a la eternidad y por todos nuestros familiares y bienhechores difuntos.
Acordamos hacerlo durante la octava de Pascua, para insertar esta oración en el clima de Resurrección y Misericordia que celebramos el próximo domingo, en la sencillez y el amor, en la comunión de los santos, con los que nos precedieron en la fe y la caridad. .
Cada superiora provincial y regional debe tratar de promover esta iniciativa y cada Comunidad debe ver cómo puede concretarla celebrando también la Santa Misa donde sea posible. Entonces, respetando las indicaciones y condiciones exigidas en el Decreto de la Indulgencia, unámonos en estas fechas para pedir esta gran gracia para nuestros seres queridos:
- Miércoles 20 de abril: para todos los PHMC fallecidos, del primero al último
- Jueves 21 de abril: por todos nuestros familiares y allegados fallecidos
- Viernes 22 de abril: por todos los bienhechores difuntos, desde los primeros hasta los últimos
Estoy seguro que nuestra oración de intercesión y nuestro agradecimiento llegarán al cielo como incienso, que ciertamente serán escuchados y apreciados por Dios y de gran provecho para la salvación de las almas de nuestros difuntos.
Estas palabras de don Orione nos aseguran que también él, desde el cielo, apreciará nuestra oración unánime y ciertamente se unirá a nosotros: ” Os recomiendo orar por los difuntos, especialmente por vuestras hermanas difuntas y bienhechores – estos sufragios son de consuelo para nosotras , y socorro de los muertos ” (Escritos 27,117).
Os abrazo fraternalmente en el Señor y estemos siempre unidos en la oración.
Madre Ma. Mabel Spagnuolo
Superiora general