La semana pasada, el Hogar Peregrino, San Francisco de Asís, de las Hermanas de Don Orione, en Bahía Blanca, fue víctima de un hecho doloroso: delincuentes ingresaron en la madrugada y robaron todas las herramientas del sector de mantenimiento. Este espacio es esencial para el funcionamiento diario del Hogar, que alberga alrededor de 30 personas con discapacidad, entre jóvenes, adultos y adultos mayores.
Pero, como tantas veces en nuestra historia, la oscuridad no tuvo la última palabra.
La respuesta de la comunidad fue inmediata, cálida, luminosa. Vecinos, instituciones, medios locales y corazones anónimos se acercaron con gestos que nos abrazaron.
Locales y ferreterías donaron herramientas y maquinarias para comenzar a reponer de a poco lo que robaron.
Por su parte, los noteros de televisión —autodenominados “La Patria Movilera”— se pusieron al hombro una campaña que logró reunir $1.200.000. Con ese fondo, se compraron herramientas nuevas, pañales y se instaló una alarma para reforzar la seguridad del Hogar.
La Hermana Mónica, con la emoción a flor de piel, lo dijo: “Ustedes prometieron y cumplieron. Estamos muy agradecidas”. En sus palabras resonó la voz de Don Orione, que nos enseñó a confiar, incluso cuando todo parece estar perdido.
Porque cuando se ama a los más pequeños, cuando se sirve a los que más necesitan, la Providencia se manifiesta. Y lo hace a través de la solidaridad: los que donaron, los que difundieron, los que rezaron, los que se acercaron con una palabra, una mano, una sonrisa.
Gracias por ser luz. Gracias por ser familia. Gracias por recordarnos que no estamos solos.
Seguimos adelante, guiados por Don Orione, con la certeza de que confiar en la Divina Providencia es el camino. Porque como él decía: “Solo la caridad salvará al mundo”.