
En nuestra Casa Madre y a los pies de la imagen de Nuestra Señora de la Guardia se realizó la bendición de este espacio que recordará a cada uno de las hermanas y hermanos de la Familia Carismática que nos dejaron durante 2020 y 2021.
La ceremonia, que contó con la presencia de nuestra Superiora General, Madre Ma. Mabel Spagnuolo, permitió despedir a cada uno de ellos de manera presencial, algo significativo luego de las restricciones que imperaron en estos años a causa de la pandemia de Covid 19.
Al tomar la palabra, la Madre Ma. Mabel comentó que el Jardín busca ser un espacio de memoria viva y que permita la comunión concreta a través de la fe.
“En el silencio de la soledad vimos partir a muchas personas queridas, a muchas hermanas en todo el mundo. Hoy podemos dar gracias al Señor por su vida, por lo que sembraron, por su testimonio de caridad y santidad”, sostuvo.
En la oportunidad nuestra Superiora General también se refirió a cómo la emergencia sanitaria trastocó nuestra vida personal, familiar y religiosa. “Nunca podremos superar la experiencia de estos dos años de pandemia. Fue dolorosa, pero, al mismo tiempo, nos unió en la fe, la solidaridad, la búsqueda de nuevos caminos para manifestarnos y así estar más cerca unos de otros”.
Durante el transcurso de la ceremonia se nombró a cada integrante de la Familia Carismática que retornó a la Casa del Padre en este periodo, incluidas las hermanas que desarrollaron su vida religiosa en nuestra Provincia y que recordamos a continuación:
Hna. Ma. Franca Larrosa 05/01/2020
Hna. Ma. Vilma Rojas 08/01/2020
Hna. Ma. Cristina Muñoz 17/05/2020
Hna. Ma. Nazarena Pintado 29/07/2020
Hna. Ma. Fernanda Gonzalez 17/09/2020
Hna. Ma. Imelda Garisto 18/09/2020
Hna. Ma. Ernestina Alves 22/09/2020
Hna. Ma. Blanca Bentancur 09/10/2020
Hna. Ma. Azucena Martín 20/10/2020
Hna. Ma. Alejandra Culasso 25/05/2021
Hna. Ma. Leticia Flores 29/07/2021
Hna. Ma. Alfredina Tebes 08/12/2021
Cabe destacar que también participaron de la inauguración el Superior General de los FDP, Padre Tarcisio Vieira y Armanda Sano, coordinadora General del MLO.
Nos unimos en oración por el descanso eterno de sus almas y agradeciendo al Señor el don de sus vidas humildes, alegres y enamoradas de Cristo.
“Al entregar nuestros restos mortales a la tierra Tú los colocas, querida y Santa Iglesia de Jesús, con la frente hacia el cielo y las manos unidas en actitud de oración, y tus plegarias repiten que la muerte del justo es un dulce sueño, que la tierra de los muertos es tierra de esperanza, custodiada por la Cruz bajo la bóveda del cielo” (San Luis Orione)