
Cada 26 de julio celebramos la Fiesta de los padres de la Santísima Virgen María y abuelos de Jesús.
Ambos santos manifestaron una inquebrantable confianza en las promesas de Dios. Juntos educaron a Nuestra Madre en el camino de la fe y alimentaron en Ella un infinito amor hacia Dios, como preparación a su misión que la convertiría en Madre del Señor.
En su figura se refleja la importancia que las personas mayores tienen al interior de la familia como ” testimonio de los valores fundamentales de la vida”, tal como afirmó el Papa Emérito Benedicto XVI.
Los santos Joaquín y Ana, además, presentan una especial cercanía para nosotras, al ser los patronos de nuestra Casa Provincial, ubicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
“Los santos Joaquín y Ana forman parte de esa larga cadena que ha transmitido la fe y el amor de Dios, en el calor de la familia, hasta María, que acogió en su seno al Hijo de Dios y lo dio al mundo, nos los ha dado a nosotros. ¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe!” (Papa Francisco).