Transcribimos la carta de nuestra Superiora General en este tiempo de Adviento.
Queridas Hermanas,
Les escribo en este día tan querido por nosotras, día dedicado a María, Madre de la Divina Providencia.
Desde el 11 de febrero, hemos vivido el Año Mariano Orionino, un año de gracia para toda la Familia Carismática Orionina. A María, Mater Dei y Madre nuestra, le hemos pedido con confianza en la oración: “Ven a cuidarnos. Aquí estamos, toma la llave de nuestro corazón: ven a proteger y defender… danos un corazón grande y generoso… acompaña los pasos de nuestra
vida” y sentimos que Ella verdaderamente nos cuida y nos acompaña con su amor fiel, porque quiere que nosotros, como Ella, seamos siempre dóciles al Espíritu Santo y realicemos todo lo que está en el designio de Dios para el bien de la humanidad.
Continuamos nuestro camino de la vida con María:
“María está con nosotros, si nosotros ponemos toda nuestra confianza en su corazón maternal; y si María está con nosotros ¿a qué temeremos? Si María está con nosotros, nosotros estamos seguros de la salvación de nuestras almas …” (DO, Scritti, 91,184).
Vivir en Cristo, con María, ¡y hacer vivir a todo el mundo de Cristo! El Adviento de este año es una ocasión propicia para realizar este deseo profundo del corazón. Don Orione escribía:
“La Navidad nos invita a vivir piadosamente, atendiendo aquella beata esperanza que será la aparición gloriosa de Cristo. Debemos renovarnos en lo íntimo del espíritu: Jesucristo debe renacer místicamente en la fe y en nuestro amor: a Sus pies los pastores dejaron sus corderos y los Reyes Magos oro, incienso y mirra, y nosotros, ¿no le ofreceremos nada?” (Scritti, 81,307).
El Adviento es el tiempo de la renovación, del nacimiento de lo alto, del Espíritu. La verdadera Navidad es cuando permitimos a Jesús “renacer místicamente en la fe y en nuestro amor”. Este podría ser nuestro don a Jesús, nuestro compromiso.
Cuando encendemos la vela en la corona de Adviento, recordamos el compromiso que hemos asumido para ofrecer – con María – el don al Señor Jesús que era, que es y que viene.
Sor M. Alicja Kędziora
Superiora general
Roma, 20 noviembre 2024
Madre de la Divina Providencia
Semana tras semana les iremos compartiendo las reflexiones y oraciones para cada domingo de Adviento.
Para acceder a la carta completa pincha aquí
Deseo que en éste tiempo de Advierto, mis hijos puedan reconciliarse como hermanos y que su papá Juan Horacio pueda superar su enfermedad terminal.
Estimada Gladys, estaremos rezando por usted, por la salud de su esposo y la unidad familiar. Adviento es un tiempo de espera y de esperanza. Que la Fe siempre la acompañe y María la guíe. Bendiciones.
Que bello mensaje Madre. Que el niño Jesus nazca siempre en nuestros corazones.
Estimado Roque, lo invitamos a vivir juntos este Adviento, uniéndonos en oración. Cada uno de los cuatro domingos de Adviento estaremos publicando el evangelio del día. ¡Ave María y Adelante!!