25/04/21

Cómo cambió mi vida después de un encuentro

Cómo cambió mi vida después de un encuentro

Por Novicia Eleonora Bisio

¿Cómo cambió mi vida después de un encuentro inesperado y muy especial?

Estaba terminando una pasantía en una empresa de Milán, en el área de recursos humanos, cuando empecé a pensar que deseaba dedicar, por primera vez en mi vida, una parte del verano para hacer algo que realmente me entusiasmara, que me diera alegría, y que no obstante pensara que fuera una “pérdida de tiempo”. En algún aspecto, hubiera verdaderamente podido responder a mis sueños y necesidades personales internas, a las cuales todavía no les había dado voz.

Me inscribí entonces en la Asociación estudiantil AIESEC, para vivir una experiencia de voluntariado de seis semanas, colaborando en el área administrativa, en lo que yo pensaba sería la “Empresa Don Orione” en Buenos aires (Argentina. De esta manera también podría aprender español.

Apenas llegué a Buenos Aires fui recibida afectuosamente por algunos voluntarios del lugar e, inmediatamente después, encontré otros de distintas partes del mundo y que también realizarían una experiencia nueva.

La adaptación inicial fue realmente fácil, pero cuando conocí la “Empresa Don Orione” y las personas que allí trabajaban, me llevé una gran sorpresa… ¡era una Congregación religiosa!

No volví antes de tiempo a Italia por la acogida, la atención, la comprensión y la cercanía recibida en esta “empresa”. Casi no hablaba español, pero la Religiosa a la cual me dirigía me invitaba a dialogar con ella para poder practicar el idioma.

Recuerdo que me sentía muy feliz y en paz mientras transcurría el tiempo colaborando en algún proyecto o compartiendo experiencias con las personas que interactuaba. Al finalizar el período establecido regresé a Italia, pero apenas aterricé en Roma comencé a llorar. Sentía que había dejado algo / alguien en Argentina que en Italia no lo encontraba.

Así, casi un mes después, le pedí a la misma Religiosa que me había recibido al inicio, si podía regresar a Buenos Aires, vivir esta vez en el convento, y al mismo tiempo, estudiar para preparar un examen específico y entrar en una universidad determinada.

Las Hermanas respondieron afirmativamente a mi pedido, con mucha sorpresa pero con mucha apertura, y así que regresé nuevamente al mismo destino. Esta vez estudiaba, iba a visitar semanalmente a los enfermos de un hospital, y me interesaba mucho acerca de la vida de las Hermanas y otras cuestiones de la vida… De esta manera, despacito, a través de mediaciones, especialmente con la Hermana que había conocido antes, experiencias de servicio concretas y momentos de silencio y de oración, especialmente con la Palabra. Me fui acercando a Dios, a entender que la paz y la alegría que sentía al principio, aquel “algo o alguien” que sentía haber perdido al aterrizar en Roma, se llamaba Jesús, y que sentía esa llamada y deseaba seguirlo más de cerca.

Rendí el examen para el que estaba estudiando, y unos días después escribí la carta solicitando entrar a la Congregación como aspirante. Regresé a mi casa para comunicarle a mi familia esta decisión, y posteriormente regresé por tercera vez a Argentina.

Puedo decir que fue y continúa siendo un camino profundamente intenso y entusiasmante. Agradezco de corazón a Dios, a María Santísima, a Don Orione, y a todas las personas que me acompañaron y que siguen acompañándome a seguir a Jesús de esta manera apasionante, dentro de la Familia religiosa orionina.

Fuente: https://www.suoredonorione.org/archivio-news/item/3467-com-e-cambiata-la-mia-vita-dopo-un-incontro