Este 7 de septiembre, la Iglesia celebra un acontecimiento histórico: la canonización de Carlo Acutis, el primer santo nacido en el siglo XXI. Con solo 15 años, Carlo vivió una fe profunda, sencilla y luminosa, marcada por su amor a la Eucaristía, su sensibilidad hacia los más pobres y su talento para la informática.
Desde su infancia en Milán, Carlo se destacó por su devoción a la Virgen María y su compromiso con los necesitados. A los nueve años pidió comprar sacos de dormir para personas sin hogar, y a los once creó un sitio web para documentar milagros eucarísticos. Su frase “La Eucaristía es mi autopista hacia el cielo” resume su espiritualidad.
Falleció en 2006 por leucemia, ofreciendo su sufrimiento “por el Papa y la Iglesia”. Su testimonio inspiró a miles de jóvenes y adultos, y hoy, tras la aprobación de dos milagros atribuidos a su intercesión, será proclamado santo por el Papa León XIV en la Plaza San Pedro.
Para nuestra familia orionita, Carlo representa la esperanza viva: un joven que supo unir tecnología, caridad y contemplación. Su vida nos interpela a evangelizar con creatividad, a mirar a Jesús en cada rostro y a construir puentes entre generaciones.
En este tiempo de gracia, oramos porque surjan jóvenes capaces de vivir la fe con alegría, audacia y ternura. Le pedimos a Carlo Acutis que interceda por nuestra misión educativa, por las familias que acompañamos y por cada corazón que busca a Dios.
Que su ejemplo nos ayude a descubrir que la santidad no es lejana ni imposible, sino una aventura cotidiana, vivida con zapatillas, con clics y con gestos concretos de amor.