El pasado 24 de abril y en el marco de la Fiesta de la Divina Misericordia se desarrolló este encuentro que congregó a jóvenes de entre 12 y 26 años, quienes desarrollaron distintas actividades al interior del Hogar Peregrino San Francisco de Asís.
La jornada comenzó con un momento dedicado a María, a quien se propuso como modelo de oración y servicio. Cada joven eligió una virtud de nuestra Madre que deseaba experimentar en el transcurso de la jornada.
Luego de la presentación de los participantes, estos se dividieron en dos grupos. El primero realizó labores al interior del Hogar junto a los residentes mientras que el resto trabajó en el sector de la huerta.
Tras el almuerzo se prosiguió con un espacio que profundizó en la figura de San Luis Orione, a partir de su historia y el luminoso testimonio de Misericordia que está presente en cada una de sus obras. Durante este momento, además, los jóvenes conocieron más sobre la Indulgencia Plenaria y la posibilidad de recibir este don maravilloso concedido por el Papa Francisco con motivo del 150° aniversario del nacimiento de nuestro Santo Fundador.
En horas de la tarde, los jóvenes pintaron en un muro exterior al Hogar el logo de nuestra Congregación acompañado de la frase “Ave María y adelante”, la oración más alegre que aprendimos a rezar de la mano de Don Orione.
Para cerrar el día se celebró la Santa Misa, que fue presidida por Monseñor Jorge Wagner, obispo auxiliar de Bahía Blanca y a la que se acercaron voluntarios y los amigos de la comunidad bahiense. Todo finalizó con un momento de adoración al Santísimo, donde cada joven agradeció a Jesús lo vivido durante el día, oportunidad en la que también recibieron una estampita de San Luis Orione con el nombre de dos residentes del Hogar para encomendarlos en sus oraciones.
Se trató de una jornada muy bendecida, donde los jóvenes, personal de la comunidad y nuestras Hermanas experimentaron el corazón de Cristo joven y resucitado, luego de un tiempo de pandemia que limitó el acceso al Hogar.
Seguimos encomendando a María los frutos de esta jornada y pedimos su intercesión para que esta experiencia vuelva a repetirse.
¡Ave María y adelante!
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