El lunes 15 de agosto, junto con la fiesta de la Asunción de la Virgen María, celebramos 25 años de Vida Consagrada Hna. Ma. Rosa Luque y el ingreso al pre-noviciado de Guadalupe y María Paz.
La comunidad de las PHMC se congregó en la capilla Nuestra Señora de las Flores de Casa Provincial para participar de la Eucaristía presidida por Mons. Ernesto Giobando, obispo auxiliar de Buenos Aires, quién durante su homilía destacó que la Alegría, es un don que la Virgen María nos regala.
“Alegría, una palabra tan honda y necesaria, un don que María nos regala porque ella es causa de nuestra alegría. Ella le da forma a la buena nueva de Dios…Nos pueden despojar de todo pero nadie nos va a robar la alegría, que podemos contemplar en tantas religiosas y religiosos que llegan a su vejez no con la sonrisa pintada como la de un payaso, sino con la convicción interna de que valió la pena entregar la vida entera por Cristo”
Profundizó también, que renovar los votos hoy en día, es un gran desafío en este mundo que desconoce el lenguaje de la pobreza y exalta la riqueza, que desconoce lo que es la castidad y la virginidad, el cuerpo ofrecido al señor. Y en la obediencia, que es el voto más difícil pero que asegura la alegría, porque cuando la respuesta es “si” y esa respuesta se ve reflejada en el servicio que presta ante cada misión que se le encomienda a un religioso o religiosa, ese voto cobra sentido.
Luego de la renovación de sus votos, la Hna. Ma. Rosa, agradeció el acompañamiento en estos 25 años de vocación a cada uno de los que fueron participes a lo largo de este camino, desde sus familiares, comunidades de las que formó parte, a sus formadoras y superioras. También agradeció a quienes participaron y prepararon este momento festivo.
Finalizando la celebración eucarística las ingresantes al pre-noviciado, Guadalupe y María Paz, recibieron de manos de la Superiora Provincial Hna. Ma. Adriana Zbicajnik, la cruz que llevaran a lo largo de este camino en el cual serán acompañadas por la Hna. Ma. Catalina.
Culminada la Eucaristía se compartió un ágape con todos los presentes.
Agradecemos a todos quienes participaron, tanto presencial como virtualmente, de este hermoso momento de celebración para todas las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad. Sigamos unidas en oración por estas jóvenes recién ingresadas al pre-noviciado para que San Luis Orione acompañe y bendiga cada uno de sus pasos. Y damos gracias a Dios por las bodas de plata de la Hna. Ma. Rosa.
¡Ave María y adelante!
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